En la edad media, muy poca gente tenía la posibilidad de conocer un lugar más allá de su propia villa, en esa época tampoco era posible conocer a más gente que a tu propia familia y quizás un poco más, a tus dueños; a menos, claro, que fueras un poderoso rey o uno de sus principales consejeros, quizás.
Con el paso de los años y con la llegada de una vida mucho más avanzada, las cosas han cambiado considerablemente, pudimos empezar a conocer gente de otros países y mantener contacto con ellos mediante el intercambio de cartas por correo postal y por llamadas telefónicas. De eso no hace mucho y hoy, nos parece increíble pensar que podemos mantener ese contacto a tiempo real y que las distancias son cada vez más cortas debido a los avances tecnológicos.
Estoy participando de un encuentro de Tecnología y me maravilla ver los increíbles aparatos que nos han hecho mucho más avanzada nuestra vida diaria, pero quizás más complicada también.
Pensando en ello, me descuíde un momento para ver mi blog (el que tengo abandonado, por cierto) y me sorprendió la conexión que produce la tecnología, probando nuevamente el poder de la comunicación.
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