La vida color de rosa pertenecía a María, de manera tal que en su familia todos la llamaban: "María color de rosa, color de rosa María"
Y es que así fue desde el principio de los tiempos; para María color de rosa, color de rosa María no habían colores distintos al color de rosa, poco entendía María sobre los colores de los demás y buscaba explicaciones para los grises de la gente y los blancos de la gente y mucho menos entendía María color de rosa, color de Rosa María, el negro.
Un vez María color de rosa, color de rosa María despertó y su mundo rosa ya no era rosa sino gris, con matices negros y blancos y muchas manchas pero ninguna de ellas era rosa.
A María, simplemente María- desde entonces sin el color rosa- le daba miedo salir de su casa, le daba miedo hablar con la gente, pues temía María, simplemente María, que la gente notara que su mundo ya no era rosa.
Le tomó mucho tiempo a María, simplemente María, entender que para ser alguien verdaderamente cierto en la vida, es necesario conocer los grises, los blancos y hasta los negros.
Comenzó entonces María, a buscar una explicación al porqué de los colores distintos y fue entonces, cuando María de colores, se encontró al Arco Iris con tesoro y todo incluído y se sintió muchas veces más dichosa que cuando la llamaban María color de rosa, color de rosa María; porque esta vez su mundo estaba formado por el rosa, el gris, el blanco y hasta el negro. Pero sobre todo, María de colores, había conocido al Arco Iris y por supuesto, el tesoro que este traía incluido.
1 comentario:
He sido María color de rosa, color de rosa María y ahora me siento en el Arco Iris
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