Alguna vez te hablé de la abuela?
La abuela tuvo un sueño anoche, o quizá lo soñó hoy mismo, al amanecer.
Soñó la abuela con una luz brillante y hermosa, pero además, soñó con flores y aromas, con colores y brisas suaves en su rostro. Solo eso dijo la abuela, en su nuevo idioma de señas, medias palabras y miradas.
La abuela contó a mi mamá esta mañana, que alguien le había regalado un jardín, brillante, colorido y aromático.
-Te soñaste mamá?
-No mija, no lo soñé, lo vinieron a poner acá mismo, en mi cuarto, lástima que ya no está para que lo vieras.
Y sigue la abuela, frágil y pensativa, ahora más profundamente. Con sus 96 años a cuestas, cada día es una nueva aventura para ella.
La abuela tuvo un sueño anoche, o quizá lo soñó hoy mismo, al amanecer.
Soñó la abuela con una luz brillante y hermosa, pero además, soñó con flores y aromas, con colores y brisas suaves en su rostro. Solo eso dijo la abuela, en su nuevo idioma de señas, medias palabras y miradas.
La abuela contó a mi mamá esta mañana, que alguien le había regalado un jardín, brillante, colorido y aromático.
-Te soñaste mamá?
-No mija, no lo soñé, lo vinieron a poner acá mismo, en mi cuarto, lástima que ya no está para que lo vieras.
Y sigue la abuela, frágil y pensativa, ahora más profundamente. Con sus 96 años a cuestas, cada día es una nueva aventura para ella.
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