jueves, 10 de mayo de 2007

Mi otro abuelo, mi abuelito

Te imaginás un mundo sin abuelos? Suerte la mia! De los cuatro abuelos por derecho que tiene todo ser humano a mi me tocaron 3. Luego, los reduzco a dos; dos abuelas únicamente, de las cuales queda una, aquella, de la que les he hablado ya.

Luego, pese a lo que haya podido contarles sobre mi abuelo paterno y por mucho que lo admire, en realidad nunca pude siquiera llamarlo abuelo, a lo sumo lo he visto unas cinco veces en mi vida y bueno, no tienen idea de lo incomodo que es decir "abuelito" a una persona que apenas conocés.

Entonces, me familiaricé con la palabra "abuelito" apenas con mis sobrinos.

Hoy me apoderé de mi mamá y con mi cabeza en su regazo, nos sumergimos en recuerdos y enlatamos en almibar cuentos familiares; de esos que podremos luego compartir con mis hermanos y sus hijos.

Empezamos colocando la figura de mi abuela en el mantel. Recordó mi madre a su papá, ese señor misterioso que nunca conocí y que últimamente mi abuela recuerda tanto. Es extraño, pero en el estado en que se encuentra, mi abuela nos lleva consigo a rincones olvidados por todos y hasta mi mamá, ya estableció una conexión con su papá y yo me atreví por vez primera a llamarlo "abuelito"

Entonces, mi abuelito fué un hombre empunchado, trabajador, de campo. Joven y sin rostro, porque mi abuela solo recuerda su escencia y mi madre, la imagen que crearon de él sus propios hermanos y sus tíos. Al final la familia perdió el rastro de los abuelos paternos y de sus tíos, pero nunca perdió el sentimiento que los unió por mi abuelito Honorio.

Mi mamá, con año y medio apenas, no logró imaginar un mundo con papá y mucho más dificil para mi y mis hermanos crear un mundo con abuelo, pero hoy, gracias al poder de la imaginación de mi abuelita, visitamos al abuelo allá, en el pedacito que cielo que prepara para recibirla con honores, un espacio hecho para una mujer que aún después de más de medio siglo lo sigue recordando.

Yo me pregunto si se trata de un paisaje mental, enroscado con recuerdos, amor y penas, lo que nos espera allá. Lo que sea, estoy seguro que mi abuela lo imagina y lo vive, sin miedo, con ganas, con ansias y nos deja de a pocos, pero con historias y valores familiares que compartir.

Gracias abuela mia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los abuelos son bendición, es tu madre y padre al cuadrado. Por que ellos ven a sus nietos como sus segundos hijos. Así lo veo externamente. Yo prácticamente nunca tuve abuelos, al nacer ya habían muerto 2, a mis 2 añitos, otro partió y la que logré conocer me duró hasta los 8 años! Tengo el mejor de los recuerdos de ella, sus venas marcadas en sus manos, las mismas que luego mostrara mi madre y los que ya empiezan a florecer en las mias. Unos ojos claros, herencia que no me llegó. Pero sobre todo su olor, no desaparece de mi memoria, debe ser el cariño que quedó atrapado entre mi corazón y mi mente. La que me consintió y dejó sus besos sellados en mi frente. Yo tuve alguna vez una abuela. Aun la quiero después de tantos años. La tuya es un tesoro. Amala doblemente que a tu madre!

Luces del Interior dijo...

;-)