Estaban ahí, en la puerta y todos debatíamos sobre quien "recibirlos". Al final acepté yo a regañadientas, pensé que solo tenía que pararme ahí y asentir nada más.
Me encontré con un hombre maduro, una muchacha como de 18 y una niña con cara de ángel como de 5. El hombre se apresuró a aclarame que iba a ser breve, que no duraría mucho y que le permitiera decir algo sobre Dios.
Comparó la vida actual con la de hace millones de años y luego lo hizo de nuevo, pero esta vez comparándola con la vida de hace 2 mil. Yo seguí atontado con la niña con cara de ángel....me citó un capítulo y un versículo y tanto el como la muchacha se apresuraron a buscarlo y encontrarlo, mientras el ángel me veía asustada pues no conseguía encontrar tal versículo. Buscaba y escuchaba, con su corta estatura no alcanzaba a ver las biblias de sus compañeros de prédica, así que para no interrumpir, continuó buscando y yo tratando de concentrarme en la conversación.
Normalmente no hago esas cosas y no sé porqué, pero no tenía ganas de inventarme una excusa y además, estaba esa niña con cara de ángel, tan preocupada por hacer las cosas bien y sobre todo por aprender.
No recuerdo que pasó, pero una vez terminado el asunto, todos incluso la niña, guardaron sus biblias y se fueron, no sin dejarme el librito con tarea para leer, a mi me quedó la impresión de haberme encontrado con la mirada de ángel que se quedará conmigo por mucho tiempo.
Me encontré con un hombre maduro, una muchacha como de 18 y una niña con cara de ángel como de 5. El hombre se apresuró a aclarame que iba a ser breve, que no duraría mucho y que le permitiera decir algo sobre Dios.
Comparó la vida actual con la de hace millones de años y luego lo hizo de nuevo, pero esta vez comparándola con la vida de hace 2 mil. Yo seguí atontado con la niña con cara de ángel....me citó un capítulo y un versículo y tanto el como la muchacha se apresuraron a buscarlo y encontrarlo, mientras el ángel me veía asustada pues no conseguía encontrar tal versículo. Buscaba y escuchaba, con su corta estatura no alcanzaba a ver las biblias de sus compañeros de prédica, así que para no interrumpir, continuó buscando y yo tratando de concentrarme en la conversación.
Normalmente no hago esas cosas y no sé porqué, pero no tenía ganas de inventarme una excusa y además, estaba esa niña con cara de ángel, tan preocupada por hacer las cosas bien y sobre todo por aprender.
No recuerdo que pasó, pero una vez terminado el asunto, todos incluso la niña, guardaron sus biblias y se fueron, no sin dejarme el librito con tarea para leer, a mi me quedó la impresión de haberme encontrado con la mirada de ángel que se quedará conmigo por mucho tiempo.
1 comentario:
Bonita historia, lo que es capaz de iluminar la mirada de un niño!
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