Cinco meses después de empezado el 2006, creí haber llegado al límite de un sentimiento que nunca antes había conocido. Me negaba a aceptar el hecho de que habiendo pasado lo peor, podría sentir cada vez más profundo, más y más profundo el hueco en que me encontraba.
Todo estaba claro, no había ninguna razón para dudar o juzgar mi condición, pues era apenas lógica, pero yo no lo veía de esa forma. Más bien empecé a negarme la posibilidad de sentir, pues había detenido mi avance personal durante ya muchos días y no tenía tiempo para continuar así, mi situación con el mundo no me lo permitía según mi punto de vista, así que no me daba permiso de sentir tristeza.
Pero en una oscuridad cada vez más densa y profunda que avanzaba sin contemplación, a pesar de mis esfuerzos, tratando de sujetarme de cualquier lugar, color, olor.
Solo una mano me sujetaba y yo quería soltarla por miedo a forzar mi salvación a riesgo de caer más profundo, llevando esa mano conmigo y pensando que ya había apretado tan fuerte que hasta sus fuerzas había consumido.
Cuando ya no podía más, cuando ya estaba a punto de dejarme caer al abismo, habiendo pensado lo impensable, mis fuerzas se ahogaron en un silencio profundo y me volví pensamiento, fue en ese momento cuando clamé por ayuda y ayuda recibí.
Desde ese día empezó a ir todo bien y hoy, aún estoy tratando de aprender a escuchar y aprendiendo también a dejarme llevar en un mundo en el que yo, no puedo hacer las cosas sin ayuda, fue entonces cuando aprendí a hablar con vos.
Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo!!!
Todo estaba claro, no había ninguna razón para dudar o juzgar mi condición, pues era apenas lógica, pero yo no lo veía de esa forma. Más bien empecé a negarme la posibilidad de sentir, pues había detenido mi avance personal durante ya muchos días y no tenía tiempo para continuar así, mi situación con el mundo no me lo permitía según mi punto de vista, así que no me daba permiso de sentir tristeza.
Pero en una oscuridad cada vez más densa y profunda que avanzaba sin contemplación, a pesar de mis esfuerzos, tratando de sujetarme de cualquier lugar, color, olor.
Solo una mano me sujetaba y yo quería soltarla por miedo a forzar mi salvación a riesgo de caer más profundo, llevando esa mano conmigo y pensando que ya había apretado tan fuerte que hasta sus fuerzas había consumido.
Cuando ya no podía más, cuando ya estaba a punto de dejarme caer al abismo, habiendo pensado lo impensable, mis fuerzas se ahogaron en un silencio profundo y me volví pensamiento, fue en ese momento cuando clamé por ayuda y ayuda recibí.
Desde ese día empezó a ir todo bien y hoy, aún estoy tratando de aprender a escuchar y aprendiendo también a dejarme llevar en un mundo en el que yo, no puedo hacer las cosas sin ayuda, fue entonces cuando aprendí a hablar con vos.
Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo!!!
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