miércoles, 31 de enero de 2007

Toda acción tiene una reacción


Cuando era pequeño no entendía muy bien cual era el alcance de mis acciones. Algunos días me despertaba con muy pocas ganas de levantarme para ir a la escuela y mi mamá siempre trataba de explicarme las implicaciones que eso tenía, pero claro..., lo único que a mi mamá le preocupaba era mi formación como persona responsable, mientras que yo estaba más preocupado por dormir.


Con el tiempo aprendí que cada cosa que yo dejaba de hacer, me afectaba en un futuro. Luego más adelante empecé a comprender los alcances reales de mis acciones sobre los demás, primero sobre mi familia y luego sobre las personas que me redeaban. Pero apesar de ello, siempre quise imponer mi propia realidad sobre la de otros. Pero claro, la vida se trata de eso, de vivirla y bueno, también aprendí que nadie más iba a vivir mi vida sino yo.


Muchos años después, atendiendo mi necesidad de información, me encontré con muchas formas de pensar distintas. Cada vez que avanza la vida, me doy cuenta de cuanto puede afectar mis acciones a los demás y con ello me vuelvo más y más conciente de como debo actuar ante alguna situación determinada.


El fin de semana pasado me escapé al cine nuevamente, esta vez Babel fue quien me dió el tono adecuado para decir que mi fin de semana estuvo más que perfecto.


Es una película de pensar, durante y después. A mi me gusta pensar que algunas películas tienen el poder de cambiarlo a uno, tienen el poder de transformar la forma de pensar de uno y es entonces cuando uno se pregunta si es capáz de hacer un resumen efectivo de tantos mensajes que al tiempo pueden ingresar en el cerebro de uno.


En fin, ustedes juzgarán, pero a mi me dejó más de una sensación de infinita seguridad de que cada acción tiene un reacción y que por lo tanto, cada acción debe ser cuidadosamente analizada para evitar luego arrepentimientos.


Y bueno, la película tiene una trama muy singular y es absolutamente clara, pero que sería de las películas si no tienen la capacidad de ser adaptadas al punto de vista y hasta la vida misma del expectador... yo, he decidido analizar mejor el alcance de mis acciones!

lunes, 22 de enero de 2007

Encuentra tu canción


Este fin de semana lo terminé junto a Happy Feet y sus maravillosas enseñanzas. "Encuentra tu canción" es una de las frases más ciertas que he escuchado. Esta película tiene de todo, tiene enseñanzas sobre ser diferente, tiene enseñanzas sobre escuchar tu vos interior, tiene enseñanzas sobre nuestra función en el planeta en que vivímos, pero sobre todo tiene enseñanzas sobre uno mismo.

La vida cambia y con ella las necesidades, nuestras y de los demás. La vida cambia y con ella, cambiamos todos, cambia la forma de enfrentarse a los retos y cambia la forma de relacionarnos con otros, porque todo evoluciona. Los retos son cada vez mayores y más grandes y las personas tienen cada vez, ideas más disimiles entre sí.

No podemos permitir que la voz de nuestro ser interior se apague porque otros lo digan y mucho menos porque estos otros digan que debe apagarse ya que no calza con lo que la sociedad ha hecho durante años, durante años de sumisa costumbre, porque es precisamente así, como se apagan lo sueños y se detiene la evolución natural del ser humano.

Escuchá tu interior y no permitás que se apague la luz de tu alma. La voz interior tiene mucho que decirte, si la dejás hablar.

Happy Feet, Encuentra tu cancíón!!!

viernes, 19 de enero de 2007

Mis viejos

Estoy en el medio de 5 hermanos, soy parte de los mayores y soy parte de los menores y eso tiene muchísimas ventajas, pero algunos inconvenientes.

Ser parte de los mayores te da importancia (sobre todo con los menores), te da un cierto carácter de responsabilidad y te permite explotar el "ser supremo" que tenés dentro, te da autoridad, te enseña que la vida no es solo jugar y te eseña que también, es para tomar decisiones y para opinar.

Ser parte de los menores te permite relajarte, te permite convertir tu día en un juego simple.

Ser una familia grande supera, por mucho, la soledad. Y lo supera porque no se tiene tiempo para estar a solas. Tenés que volver tu creatividad, una opción de supervivencia. Algunas veces necesitás hasta los rincones más extraños para hablar con tu interior y algunas otras, necesitás los momentos más escasos para perder de vista a tus hermanos.

Algunas otras veces necesitás para vos, a tus viejos. La creatividad entonces, va desde una simple sonrisa para pedír un abrazo hasta un llanto provocado en medio de la noche para pedir un campito en el centro de los dos.

Otras veces te portás bien, no te ensucias, no peleas y hacés tus tareas y algunas te portás lo peor posible y volvés a casa más sucio que nunca con tal de llamar la atención de tus papás por encima de tus hermanos.Yo valoro mucho mi soledad, quizás porque pocas veces la tuve en mi infancia.

Pero hace poco que he vuelto a vivir cerca de mi familia, entonces he tratado de recuperar una gran cantidad de años con sus actos de los que me he perdido por estar saboreando esa soledad que tanto me hizo falta y que mucho me daba para aprender.

El caso es que mis viejos, distinto quizás a como ocurría antes, ahora se pelean por robarnos un poco de nuestro tiempo y yo he regresado conciente de esa necesidad, más por derecho propio que por intuición y me aprovecho.

Ahora, libre de competencia (mis hermanos todos han formado sus propias familias), los tengo solo para mi, solo para mi sus conversaciones, solo para mi sus necesidades, solo para mi su interés.Pero no es siempre, porque seguimos siendo una familia de 5 hijos con su correspondiente descendencia, por lo tanto ahora mi competencia son los nietos.

Da igual, ahora siento que están más conmigo que antes. Eso se debe quizás al hecho de que ahora mi tiempo es menos para mi y más para ellos. Entonces me sorprendo provocando aquellas historias repetidas de cuando se conocieron, de cuando nacimos, de cuando crecíamos y los veo a ellos pidiendo la palabra, robándose la palabra el uno al otro y algunas (muy pocas) cediendo la palabra, o corrigiéndose o riéndose o quizás hasta descubriendo mentiras piadosas de las que siempre fuimos víctimas.

Añoro tanto esos días en los que eramos los cinco quienes escuchábamos, pero para honorar a la verdad, me alegra repetir, solo para mi....esas conversaciones que me se de memoria.

jueves, 18 de enero de 2007

De escritores y poetas pero sobre todo, de locos

Mi abuelo es un escritor puro, un escritor nato y además un escritor fantástico, fantástico porque es capaz de asir tu mente en un minuto y llevarte con él por sus propios mundos, es difícil entenderlo al abuelo muchas veces, pero siempre es fácil dejarse llevar por su letras. Yo siempre pensé haber heredado algo de él, pero no fue así. Tal vez no quise, no quise porque hubo muchas cosas que de él me perdí, empezando por la figura de abuelo, de quien lo único que tengo es su apellido y miles de historias contadas por intermedio.

Siempre me quejé de eso en silencio, nunca entendí porqué tenía la gracia de tener un abuelo escritor, perdiendo la gracia de haber escuchado siquiera una historia directa, de sus propios labios. Papá hizo su parte, por cierto muy bien, yo pasaba las horas escuchando, sin cansarme de las historias sobre el abuelo y sus viajes a través del mundo y a través de las letras. Muchísimas cosas que vivimos hoy en mi familia, están basadas en las historias del abuelo, sus vidas contadas a través de papá lograron llevarnos a miles de kilómetros desde donde se formó mi familia.

Mi abuelo, para volver al tema, tiene una forma muy peculiar de escribir, es conciso. No recuerdo un libro extenso suyo, no recuerdo escritos largos. En cambio recuerdo haber leído cuentos, poemas y ensayos. Estoy seguro que de alguna manera me perdí de leer las cosas importantes de su colección y he de conocer si acaso, el 10% de sus obras, así que mejor no pecaré de arrogante, alegando conocimiento total de su material literario.

El caso es que la gracia de tener un abuelo escritor y un padre apasionado por el suyo, me ha formado de dos formas: Primero, de alguna manera me ha transmitido alguna facilidad para expresarme mejor escribiendo que hablando. Segundo: me ha dado el regalo de tener un mentor que aprendió a expresarse mejor que yo hablando. Ese mentor es mi papá, de quien no solo tengo su apellido, que viene de aquel, sino que además me ha trasmitido de forma clara y tajante la manera más fácil de entender al abuelo.

A través de los cuentos e historias de papá conocí al abuelo, conocí al abuelo escritor y al abuelo persona, pero sobre todo, conocí al abuelo papá. Esa figura, que tan importante para él, me enseñó a conocer una figura importante para mi, mi papá.

Y es que la historia se repite, mi abuelo es libra, escritor, poeta y sobre todo loco (visto desde los ojos de los demás). Su hijo es libra, escritor, poeta y otra vez, desde los ojos ajenos, también loco. Yo soy un compendio de lo que ellos son, también libra y loco por supuesto, con ínfulas de escritor y con muchas ganas de ser poeta.

************************************************************

Mi abuelo insiste en decir que un escritor debe ser estudiado a través de sus obras ubicándolo en el tiempo de sus apreciaciones, no estoy seguro de poder explicar mejor que él a qué se refiere, pero un resumen aproximado podría ser este: “Dice mi abuelo que no es lo mismo leer a JC (72) que JC(82), pues después de una década, JC no es el mismo en forma efectiva”. Él hace una explicación intensa del hecho, pero no vale la pena que trate de tomar sus palabras a riesgo de que parezcan mías y mucho peor, que parezcan una mala interpretación de su forma de pensar, me conformo pues con suponer que me he dado a entender con lo que el abuelo quería explicar.

En todo caso, mi abuelo tiene una apreciación correcta si estamos analizando al escritor, pero yo voy a darle vuelta al asunto y diré que uno, como lector también debe analizar las obras que lee bajo ese parámetro, así pues, yo en mi caso podría decir JC(28) a JC(82) y más adelante en los mismos parámetros espacio temporales, decir que no es lo mismo aquello que JC(38) a JC(82). Bueno, todo esto suena a una vulgar copia del pensamiento de mi abuelo, pero a riesgo de pecar de imprudente me tomo la libertad de explicar porqué hago esta acotación.

Hablando, como tantas veces lo he hecho con papá, sobre temas sin nombre pero con mucha verdad, al menos para nosotros, me he dado cuenta de que la lectura te forma, te da una opinión e incluso te da una posición en la vida, te da una razón hasta para crear una figura de vos mismo, basado en los sueños que tengás de tu propia persona. Y esto, naturalmente, cambia conforme el tiempo pasa sobre vos, más bien, a través de vos. Lo que pasa, claro, según mi “punto de vista” es que el tiempo no existe realmente, sino que es una ilusión creada por las limitaciones de nuestra mente animal, pobre y escasa capacidad para percibir la verdad de las cosas, pero como esa verdad es tan relativa como la vida misma, me parece que hablar de ello ahora sería como rebotar y rebotar contra una pared, como si fuera una pelota descontrolada y esa no es mi intención, al menos de momento. Entonces, la lectura te forma y lo que uno lee hoy, no te dará la misma impresión que leer el mismo cuento pasados unos años, porque durante esos años, igual que mi abuelo escritor, uno ha cambiado y algunas veces, de forma radical.

Yo estoy ahora hablando de mi abuelo, o más bien, de lo que él ha dejado tras sus muchos análisis de la vida. Leo ahora un libro pequeño escrito por él, no estoy seguro de que lo hubiera leído antes, pero sí estoy seguro de que algo de el he leído ya, pero no quiero cuestionar mucho el hecho, pues me he quedado con la impresión exacta de lo que el abuelo ha querido trasmitir con el, empezando por el título: “Corrigenda”, se trata de una corrección, al menos desde su “círculo de vista” de algunos de sus escritos, pues él no es el mismo desde el momento en que los escribió por primera vez, al día en que decidió revisarlos, así que quizás lo que ya había leído era su primera versión.

Pero bueno, para mi, la realidad de las cosas tiene otro matiz diferente. Yo he aprendido que la vida no acaba de forma tan simple y que uno continua viviendo y aprendiendo de forma constante y que seguramente, cuando la vida acabe para mi, aún así seguiré aprendiendo. Esto lo sé con certeza por mi propia locura, por lo que el abuelo ha escrito, pero sobre todo, por lo que papá ha dicho. Y es que me acerco al tiempo / edad exacta, en que papá empezó a creer más en él, basado mucho en lo que trajo de su propio papá.

A veces me pregunto si realmente nos une a los tres la lectura, la escritura o más bien la locura por aquellos temas sin nombre, que aunque desde nuestro propia visión son tan similares, son al mismo tiempo, tan diferentes.


***********************************************************

Me apasiona leer y me gusta mucho escribir, pero escribir realmente es algo muy lejano para mi, así que me conformo con leer y leer. De vez en cuando algún tema me atrae de manera suficiente como para querer expresar lo que pienso o lo que me hace sentir en forma de letras, así que es cuando me convierto en un cuasi escritor, pero entonces me leo y me re leo a fin de encontrar un estilo que haga que yo pueda expresar mi locura al menos en forma de letras, pero es entonces cuando caigo en la cuenta de que me hace falta leer mucho más. Cuando leo un autor diferente me pregunto si su estilo influirá mi próximo texto y es cuando realmente me preocupo, pues un escritor debe ser nato, puro, sin influencias, tener su propia conciencia de si mismo y de lo que puede traer al mundo desde su interior, pero luego pienso que inevitablemente estamos influenciados por otros.

Y es eso lo que quise explicar a papá alguna vez, la verdad la encontramos dentro de nosotros mismos, pero resulta que la verdad está disfrazada de otros, está disfrazada de verdad ajena y que a uno, no le queda más que ajustar las influencias ajenas y crear su propia verdad. Es por eso que nuestras propias locuras van cambiando conforme cambia la vida y que la vida cambia conforme se ingresa a nuestro código genético nuevas alteraciones. Así que las influencias son inevitables hasta en nuestro plasma de vida, pero lo que es ciertamente una verdad, es que la locura es un asunto de la sangre y que la sangre se vuelve más pura, cuanto más mezclada está.

De cualquier forma, si miro hacia arriba (como debe ser) mi árbol genealógico, no es más que una raíz, sujetada bien firme en mi propio plasma, formada por todo aquello que ha dejado su parte, convirtiéndome hoy en lo que soy. Un loco con ínfulas de escritor y con muchas ganas de ser poeta.

Entonces pues, he empezado apenas mi tarea de recoger los pedazos de la verdad que he encontrado por ahí, tratando de buscar la manera de nacer de mi mismo.

Es así abuelo? Al menos así lo explicó papá.

martes, 16 de enero de 2007

Y la abuela se pierde

Con ojos cansados pero profundos, la abuela se pierde en sus propios mundos. Parece recordar viejos cuentos y sus propias fantasías la acorralan en trabalenguas, que ni ella misma logra descifrar.
La abuela se pierde, con razón o sin ella. Cada día que pasa es ganar una batalla. Y es que está bien la abuela; triste algunas veces, otras solo pensativa. Mira palmo a palmo cada día, con calmada paciencia y hasta con osadía, como queriendo captar todo lo que pasa, para guardar lo que importa en las maletas que poco a poco empaca para su partida.
Y me alegra, aunque de mis ojos cuelguen lágrimas, como esperando el gran día en que la abuela finalmente parta.
Y ha empacado bastate, yo diría. Se lleva consigo las "cuitas" de cuatro generaciones vividas completamente después de su llegada a este mundo (podrían haber sido cinco, de no ser por esa manía que tienen las mujeres modernas de esperar muchos años antes de empezar una familia), sin contar con las cuatro que vió antes de ella. Sobrevivió a los hermanos mas grandes, a algunos de los más chicos; a sus tres hijos varones, sus amigos y a sus 95 pesados años, les deberíamos sumar los de su marido.
No lo conocí al abuelo, pero ella logró transportarme cada vez que podía, a ese maravilloso tiempo en que juntos vivían. Lo conocí por los ojos de la abuela, los mismos ojos que ahora cansados, siguen llenos de vida, porque con cada día que pasa, no se muere la abuela, sino que vive.
Algunas veces parece que no está, algunas está tan presente que asombra, pero lo que es claro, es que cada vez se conecta más con su propia conciencia. Parece haber empezado a rescatar lo que es bueno para ella misma, regalando de a pocos sus pocos "chuicas", incluso los feos, pues representan un evento importante en su vida. A mi que me deje su estilo de mujer simple pero profunda.
Yo me pregunto de vez en cuando, si la vida se termina con esos cambios profundos en las capacidades de comunicación y que poco a poco - de forma acelerada o lenta - perdemos a través de los años (o los días, o incluso las horas), y cuando se acerca el tiempo de la verdadera trasnformación, debemos empezar a hacer una retrospección profunda y es entonces, cuando debemos dejar de hablar con la gente y empezar a hablar con nosotros mismos.
A mi que me deje la abuela esa enseñanza de estar en comunicación, más conmigo que con el resto.
Te amo abuela mia

lunes, 15 de enero de 2007

Y yo recuerdo....

Recuerdo un día en que todo está bien...

Recuerdo luz, recuerdo amigos, recuerdo salud, risas, cines, compras, Navidades y años nuevos, hermanos, casa, cambios y con ellos, felicidad, adaptaciones, avances, estudios, éxitos, más amigos.

Recuerdo noticias, negación pero también recuerdo ilusión, emoción, nuevos ajustes y más noticias, luego recuerdo amor, excitación y pasión, recuerdo división de sentimientos, ajustes de tiempo y cansancio, entrega, sacrificio y comprensión.

Recuerdo hambre, depresión, una Piruja, una Coneja y un Doctor, poco tiempo y mucha desesperación, tristeza y negación, angustia, desesperanza, cobardía, llantos e insomnio, cansancio, trabajo y más depresión y más hambre, pero recuerdo comprensión y muchísimo apoyo, amor y consuelo junto a muchísimo más llanto.

Recuerdo soledad y una familia de luz, oscuridad al mismo tiempo más y más lágrimas, furia y más negación. Recuerdo pocas fuerzas y poca, muy poca Fe y mucha incertidumbre, pocos amigos, muy pocos. Un día y una noche eternas.

Recuerdo vacío y soledad, mucho vacío y mucha más soledad, esta vez sin la Coneja y sin el Doctor.

Descontrol, desajustes, trabajo, desgano, cansancio, miedo, intentos, una mano, un abrazo y negación, más negación. Tiempo, pocos amigos y una familia de luz. Cambios, humildad y entrega total, luz y aprendizaje, ilusión, adaptación, dudas, amor pero poca pasión, luego más amor y comprensión.

Hoy continúo recibiendo y adaptándome al cambio más importante de mi vida.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo

Saliendo del huequito

Cinco meses después de empezado el 2006, creí haber llegado al límite de un sentimiento que nunca antes había conocido. Me negaba a aceptar el hecho de que habiendo pasado lo peor, podría sentir cada vez más profundo, más y más profundo el hueco en que me encontraba.

Todo estaba claro, no había ninguna razón para dudar o juzgar mi condición, pues era apenas lógica, pero yo no lo veía de esa forma. Más bien empecé a negarme la posibilidad de sentir, pues había detenido mi avance personal durante ya muchos días y no tenía tiempo para continuar así, mi situación con el mundo no me lo permitía según mi punto de vista, así que no me daba permiso de sentir tristeza.

Pero en una oscuridad cada vez más densa y profunda que avanzaba sin contemplación, a pesar de mis esfuerzos, tratando de sujetarme de cualquier lugar, color, olor.

Solo una mano me sujetaba y yo quería soltarla por miedo a forzar mi salvación a riesgo de caer más profundo, llevando esa mano conmigo y pensando que ya había apretado tan fuerte que hasta sus fuerzas había consumido.

Cuando ya no podía más, cuando ya estaba a punto de dejarme caer al abismo, habiendo pensado lo impensable, mis fuerzas se ahogaron en un silencio profundo y me volví pensamiento, fue en ese momento cuando clamé por ayuda y ayuda recibí.

Desde ese día empezó a ir todo bien y hoy, aún estoy tratando de aprender a escuchar y aprendiendo también a dejarme llevar en un mundo en el que yo, no puedo hacer las cosas sin ayuda, fue entonces cuando aprendí a hablar con vos.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo!!!

Año nuevo con nueva visión

El año pasado fue un año duro, fue un año de luchas internas y de tristes eventos. Fue un año de descalabro financiero y profesional. Fue un año de encuentros con mi propio ser y sobre todo, de encuentros con mi espiritualidad, fue un año que me obligó a pensar y a valorar las cosas de una manera distinta. De manera distinta porque a pesar de que siempre he valorado lo que tengo, nunca antes había percibido la vida de la manera que lo hago hoy.

Perdí a mi mejor amigo en una larga y cansada agonía que me cambió para siempre, me cambió la manera de pensar, la manera de sentir y la manera de amar. A él le dedico estas letras para que quede constancia de lo que significó su partida, contando un poco lo que significó su vida.

Eramos dos personas completamente distintas, distintas socialmente, profesionalmente y hasta con distintas maneras de pensar y de actuar, nunca entenderé de qué se nutrió la amistad que teníamos, pero prosperó y creció y se incrementó con el paso del tiempo. Quizás se trataba de un encuentro virtual al mundo del otro, el que nos acercó cada vez más. Cada uno de nosotros tenía lo que al otro, de alguna manera le hacía falta, sino era material era un asunto de personalidad, pero eramos un complemento imperseptible el uno del otro.

Comencé el año sabiendo la triste noticia de su condición y enfurecí, enfurecí y no lo supe claramente sino hasta que me lo hicieron saber, alguien ajeno a esa situciaón (al menos de momento) me hizo ver cuan furioso estaba de forma inconciente. Cuando supe que se iba y me dejaría sin poder hacer nada al respecto, enfurecí. Me dejaba sin más y no había forma de cambiar las cosas, no hubo forma de cambiar nada!

Tuve que tomar un respiro antes de entrar en razón y empezar a actuar. Me dí unas vacaciones mentales, tomé energías y me despedí de mi mismo por un tiempo, con todo lo que ello implicó.

Y empezó el año, empezó y parecía que me había dejado botado en la primera parada! Con pocas fuerzas y con muy pocos ánimos, tomé el control poco a poco de la situación, en la que veía la luz de mi amigo cada vez más y más apagada y con ella la mía. Fue una agonía larga para todos, pero sobre todo para él, aprendió mucho, aprendimos mucho, pero a mi me formó.

Casi cuatro meses después de empezar la última fase, (la más dura, la más angustiante y la más cansada etapa de su enfermedad) mi amigo se fué empezando una noche angustiosa que dejaba atrás el día más largo de mi vida. Nunca pensé que sería de esa manera y que llegara a ser testigo de ese cambio de estado que sufre la gente cuando muere.

Ese día pensé que todo volvería a ser igual que antes, que volvería a mi vida normal, pues ya había tenido tiempo suficiente de preparación...oh! cuanta equivocación puede haber en un pensamiento. Pero eso es tema de un post distinto en donde les cuente como acabaron conmigo los siguientes cinco meses del año, antes de empezar con mi lenta recuperación.

El año pasado fue un año duro, fue un año de luchas internas y de tristes eventos, pero también fue un año magnifico porque aprendí a mejorarme personalmente, a valorarme y sobre todo a amar de manera distinta. Fue un año que me permitió establecer prioridades e ideas claras sobre lo que debo, puedo y necesito hacer.

Fue un año en el que me encontré descifrando el contenido de un par de amores bastante inusuales; uno de ellos, el terrenal, el que me acercó a mi interior y me hizo conocer sobre mi, más de lo que hubiera podido imaginar, compartiendo conmigo las pocas alegrías que era capáz de ver en tiempos tan sombríos y sobre todo, compartiendo conmigo aquellos momentos tan tristes y de desesperación por los que pasé, sin ganas de hablar sino de llorar, tomando mi mano y haciendo un alto en su camino para ayudarme a seguir adelante; este amor me acercó definitivamente al otro, al más grande, al que encontré en mi interior y que ahora puedo entender y escuchar.

El año pasado fue un año magnífico, definitivamente. Fue un año de extremos emocionales, en donde tuve momentos extremos de angustia, extremos de tristeza y extremos de felicidad!

La luz de mi ojos

Después de probar una y otra vez el funcionamiento de los blogs, he decido hacer una ilusión sobre mis propias luces.

La luz de mi ojos, era la idea inicial, ese nombre era perfecto, pues a sabiendas del concepto de la luz, que dice que la luz se propaga en todas direcciones en forma de ondas, pude haber tratado de enfocar la luz de mis ojos basándome en mi propia persepción.

Sin embargo,

Luces del interior

no queda del todo mal, más bien es una ventaja poder utilizar este nombre, pues puedo indicar que luces se encienden en mi interior y quiero compartir con ustedes.

En este blog solo quiero incluir mis propios pensamientos o bien, realizar variantes de pensamientos ajenos desde mi propio punto de vista, espero que sea de buen agrado y como siempre digo, al menos para mi.